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sábado, 30 de marzo de 2013

Tipos de empresas

Al mismo tiempo que decidimos crear una empresa, y ponemos en práctica todo aquello que comentamos en la anterior entrada, hay otro punto que es esencial tratar y por ello, le hemos dedicado un apartado aparte. Se trata de la forma jurídica que va a adquirir nuestra empresa. Con ello se trata de garantizar nuestras acciones frente a terceros.
Las principales que podemos destacar son:

- Empresario individual
- Sociedad civil
- Sociedad limitada 
- Sociedad Anónima
- Cooperativa
- Sociedades laborales

Debido a que son conceptos, que en un principio son difíciles de entender, vamos a hacerlo a través de un vídeo de youtube, que lo explique bastante bien. A partir de estos conceptos, nos será más fácil determinar hacia que dirección podemos encaminarnos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Caminar por nuestra cuenta

Siguiendo con el hilo de nuestra anterior entrada y teniendo en cuenta las circunstancias sociales, económicas y políticas en la que se encuentra el país, con una tasa de paro que supera el 26% de la población, y que roza el 60% cuando se trata de los jóvenes, según datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal, intentaremos en las próximas líneas dar algunos puntos fundamentales para montar nuestra propia empresa.
Aunque la positividad en estos momentos brilla por su ausencia en el sector empresarial, máxime cuando se trata de poner en marcha un nuevo proyecto con lo que ello supone. Un gasto económico que no todo el mundo puede afrontar, pero que no debe de ser un impedimento en la consecución de nuestro objetivo. Cada año, de cada cien empresas que se ponen en marcha, tan sólo terminan resistiendo un pequeño porcentaje. En algunos casos por mala suerte, pero en otros muchos por no haber realizado una correcta gestión. Para evitar que ello suceda, presentamos a continuación algunas características para tener en cuenta:


          1.Marcarnos un objetivo
Aunque a priori puede parecer como algo obvio, es muy importante tener bien delimitado qué es lo que queremos llevar a cabo, trazando las líneas generales y llevando a cabo un pequeño esquema de las trazas fundamentales que compondrán la columna de nuestro proyecto empresarial. En este primer apartado, es importante desmarcarnos de cualquier producto ya existente en el mercado, intentando ofrecer algo novedoso que sepamos que suscitará el interés de los posibles consumidores o clientes. 

          2. Elegir a nuestros trabajadores
Se trata de uno de los puntos más importantes a la hora de llevar a cabo cualquier empresa, puesto que de esta decisión dependerá el éxito o fracaso de nuestro proyecto. En un primer momento, es conveniente rodearse de un pequeño grupo de gente con la que tengamos una buena relación y con la que nos entendamos de manera especial. Para ello podemos pensar en amigos que hayamos tenido en nuestra etapa universitaria u otras personas con interés que hayamos conocido a lo largo de nuestra vida. Evidentemente, la capacidad de trabajo es la otra columna de esta elección. El hecho de integrar en nuestra empresa a trabajadores con los que no empatizamos puede suponer el fracaso de nuestro proyecto, al tratarse la comunicación de algo fundamental. Toda vez, que como ya se ha mencionado anteriormente, en los primeros pasos de nuestra empresa apenas podremos contar con unos pocos de trabajadores.

         3.Ubicación de la empresa
El lugar en el que vayamos a ubicar nuestro centro de trabajo también será algo importante. Si bien, este vendrá en gran parte fundamentado por el tipo de empresa que sea y por el objetivo con el que haya sido creada. Algunos de los aspectos claves será situarnos cerca de nuestros clientes potenciales y del mismo modo, en un emplazamiento en el que los recursos que debamos de emplear lleguen de la manera más rápida y fácil posible. 



      4. El comienzo de nuestra actividad
Una vez determinados los puntos anteriores, tocará definir el momento idóneo en el que comenzaremos a trabajar. Las fechas son importantes teniendo en cuenta la época del año en la que nos encontremos, o el coincidir con festividades, que pueden perjudicarnos o darnos cierta ventaja. Para el comienzo de nuestra actividad, también tendremos que ver cuáles son los recursos de los que disponemos para dar nuestros primero pasos.




        5. Tiempo al tiempo
Seguramente nada más empezar querremos que nuestro proyecto empiece a dar sus frutos y a sentirnos satisfechos con la actividad que hemos decidido emprender. Pero en rara ocasiones esto sucede. Las primeras épocas son muy duras, y seguramente, tendremos que enfrentarnos a múltiples inconvenientes que nos harán replantearnos nuestra situación. Pero la clave está en tener paciencia, y en darle tiempo al tiempo como se suele decir habitualmente. Hay que asentar nuestra empresa y aprender de los entresijos de la profesión., y a partir de ahí pulir todo aquello que falle. El éxito no está, ni mucho menos asegurado, pero después de toda la esperanza depositada en el proyecto hay que confiar en nosotros.

Estos son tan sólo alguno de los puntos claves que tendremos que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo el inicio de una nueva empresa. Lógicamente, son otros muchos los factores que hay que tener en cuenta, pero de este modo se han resumido los puntos esenciales. En próximas entradas daremos otras connotaciones que ayudarán a completar la información que se ha presentado. 

martes, 12 de marzo de 2013

El primer gran paso

Lo primero que nos viene a la mente a la hora de hablar de cualquier tipo de empresa, sea informativa o no, son los requisitos imprescindibles para llegar a formar parte de ella. Es evidente que en la situación actual en la que se encuentra el mercado laboral, el proceso se complica mucho más. Pero no por ello hay que desesperar ni entrar en un estado de desesperación y negatividad absoluta. Las puertas nunca suelen estar cerradas para alguien que realmente se lo propone y tiene intención de llegar a entrar en una empresa informativa. A continuación, se darán algunos puntos fundamentales para lograr nuestro objetivo:

          1. Formación esencial 
Lo primero que tenemos que saber es que la formación que hayamos adquirido durante nuestros años de preparación se presenta como fundamental para llegar a conseguir el puesto que pretendamos. Para ello, lo mejor es contar con una carrera universitaria, y a ser posible con una nota alta (aunque tampoco es un aspecto determinante). Siempre es aconsejable haber realizado cursos relacionados con la materia y el trabajo que vayamos a desempeñar. Realizar algún máster, también puede servir para declinar la balanza hacia una u otra posición.

         2. Idiomas, apartado aparte 

Es una sociedad cada vez más globalizada, los idiomas son requisitos fundamentales para llevar a cabo cualquier tarea que nos propongamos. Así, lo mejor es haber realizado algún curso que nos acredite en un nivel aceptable de al menos un idioma, principalmente el inglés. El anglosajón, es la lengua universal y por ello tener un buen manejo de esta es fundamental a la hora de tomar una decisión. También, otros idiomas como el chino, vienen con fuerza y aseguran hacer frente a un mercado más amplio.


Modelo europeo de Currículum Vitae


          3. El saber no ocupa lugar 

El haber desempeñado el mismo trabajo u otro similar en alguna empresa es siempre un punto a nuestro favor. Sobre todo si contamos con alguna carta de recomendación, que podría situarnos en muy buena posición para conseguir nuestro objetivo. Todo aquello que hayamos aprendido tanto a lo largo de nuestro periodo de formación académica como posteriormente desempeñando algún trabajo concreto, nos puede ser muy útil. Es una de las cuestiones que más se valorara por parte del empresario para contar con nuestros servicios. Pero si nuestra vida laboral acaba de comenzar, no hay que desesperar, hay que mostrar máxima confianza y esperar una respuesta afirmativa del empresario que nos abras las puertas hacia el futuro. Al fin y al cabo, todo el mundo tiene una primera vez.

        4. La presencia no es improvisada 
El último aspecto que vamos a destacar es el de la presencia física a la hora de enfrentarnos a nuestra primera reunión o entrevista. Es fundamental vestir de una manera formal, sin dejar al lado cierto tono de informalidad. Lejos de toda duda está que nuestra actitud interna es esencial, y así se verá reflejada en dicho momento. Mantenerla serenidad y la tranquilidad pueden darnos un puntos extras al demostrar que sabemos mantener la compostura en el cara a cara. Éste sí puede ser un factor determinante.


 Son algunos de los puntos que tenemos que tener en cuenta si queremos ingresar en una empresa, todos ellos son rasgos importantes. Unos se complementan con otros y puede hacernos lograr el puesto que queremos. Pero lo que nunca debemos de olvidar es a confiar en nosotros mismos, y mostrarnos seguros de aquello que hagamos. El currículum puede convertirse en algo secundario, si mostramos predisposición. Todos tenemos alguna posibilidad para salir al mundo laboral y encontrar aquello que mejor nos defina.

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